Por Rosa Merlano
Fuentes cercanas al gobierno han revelado que el reciente colapso del Sistema Eléctrico Nacional de Cuba se debió a un inesperado corto circuito en Cayo Saetía. Pero no fue cualquier corto circuito; fue el resultado de una prueba de unos consoladores eléctricos que el exlíder cubano Raúl Castro estaba ansioso por probar.
Según información confidencial, estos consoladores fueron un regalo especial de Joe Biden, quien, en un gesto de buena voluntad, decidió enviarlos a la isla. Lo que nadie esperaba era que su llegada coincidiera con el día del colapso eléctrico. "Fue una coincidencia fatal", aseguró un funcionario anónimo.
La ironía del asunto radica en que, mientras el país luchaba por mantener encendidas las luces, Raúl Castro estaba ocupado en una misión secreta para probar la eficacia de estos dispositivos. "No sabíamos que la energía nacional estaba en juego", admitió un testigo.
En un comunicado oficial, el gobierno cubano ha asegurado que se está investigando el incidente y que se tomarán medidas para evitar que la pasión por los consoladores eléctricos comprometa la estabilidad energética del país en el futuro. Mientras tanto, Joe Biden ha enviado un mensaje de condolencias, asegurando que no tenía idea de que su regalo causaría tanto revuelo.
En resumen, el colapso del sistema eléctrico cubano fue un incidente inesperado, pero al menos ahora sabemos que la crisis energética tiene un lado... inesperadamente divertido.