Trump busca batir el récord de deportaciones de Obama

Por Rosa Merlano 

En una movida que ha sorprendido a absolutamente nadie, el expresidente y actual aspirante a la corona dorada, Donald J. Trump, ha anunciado su ambicioso plan para superar el récord de deportaciones establecido por su antecesor, Barack Obama. "Obama fue bueno, muy bueno deportando, ¡de los mejores!", declaró Trump desde su trono de oro en Mar-a-Lago, "Pero yo seré el mejor. ¡Seré el campeón de las deportaciones! Nadie deportará más que yo, créanme".

La competencia es feroz

Recordemos que Obama, cariñosamente apodado "Deportador en Jefe" por la comunidad latina, ostenta el récord de haber expulsado a más de 3 millones de personas durante su mandato. Trump, no contento con simplemente igualar esa cifra, ha prometido deportar a "¡millones y millones más!".

Para lograr esta hazaña, Trump planea utilizar una estrategia multifacética que incluye:

1.  La Ley del Enemigo Extranjero de 1798: Una joya legislativa que desempolvará para deportar a todo aquel que luzca sospechoso[2][8]. "Si tienen cara de 'no me gusta Trump', ¡se van!", exclamó con entusiasmo.

2.  Redadas sorpresa en cafeterías: "¡Atraparemos a los malos donde menos se lo esperan! ¡Con su café latte en mano!", bramó Trump, agitando su dedo acusador.

3.  La construcción de un cañón gigante que dispara inmigrantes directamente a sus países de origen: "¡Será hermoso! ¡El cañón más grande y mejor que jamás haya visto el mundo!", prometió, con lágrimas en los ojos.

Críticas y controversias

Como era de esperarse, el plan de Trump ha generado una ola de críticas y controversias. Expertos señalan que deportar a tal cantidad de personas costaría una fortuna, además de tener un impacto devastador en la economía y la sociedad estadounidense. Sin embargo, Trump ha desestimado estas preocupaciones, argumentando que "¡el costo es pequeño comparado con la grandeza que le devolveremos a Estados Unidos!".

A pesar de las críticas, Trump se muestra confiado en que logrará su objetivo. "¡Haremos que Estados Unidos sea grande otra vez, deportando a todos los que no nos gustan!", sentenció con una sonrisa maliciosa[2]. La pregunta que queda en el aire es: ¿logrará Trump superar el récord de Obama, o se quedará en el intento? Solo el tiempo (y las próximas elecciones) lo dirán.