Por Benito Camelo
Sin pretender coger a nadie por sorpresa, Western Union ha suspendido indefinidamente (una vez más, guiño guiño) sus servicios de transferencia de dinero a Cuba, dejando a muchos cubanos y sus familias en el extranjero buscando alternativas creativas. La decisión, provocada por las sanciones impuestas por Estados Unidos a Orbit SA, la entidad encargada de procesar las remesas en la isla, ha generado una ola de frustración digna de un record Guinness.
Ante este panorama, una "innovadora" solución ha surgido: el envío de palomas mensajeras con dólares atados a sus patas. "Es una opción tan viable como las que nos deja el gobierno," comentó un residente de La Habana, con una sonrisa amarga. "Al menos las palomas no cobran comisión.".
El cierre de Western Union no solo afecta a quienes dependen de las remesas para subsistir, sino que también pone de manifiesto la continua tensión política y económica entre el régimen de Cuba y Estados Unidos. La inclusión de Orbit SA en la "Lista Restringida de Cuba" por parte del gobierno estadounidense ha sido el detonante de esta situación, complicando aún más el envío de ayuda financiera a la isla.
Mientras algunos lamentan la pérdida de este servicio, otros ven en esta situación una oportunidad para revivir viejas costumbres, como el trueque. "Si no puedo enviar dinero, enviaré productos," declaró un residente de Miami. "Una libra de café por una moto eléctrica, ¡es un buen negocio!"
La incertidumbre reina sobre el futuro de las remesas a Cuba, pero una cosa es segura: el ingenio cubano siempre encontrará una manera de superar los obstáculos, ya sea construyendo un puente (que seguro sale más barato) o entrenando palomas mensajeras.