Por Benito Camelo
Exactamente, en un giro digno de telenovela de alto presupuesto, nunca mejor dicho, Manuel Anido Cuesta, el hijastro del dictador cubano Miguel Díaz-Canel, ha sido visto disfrutando de unas lujosas vacaciones en los Alpes suizos, específicamente en la famosa estación de esquí de Gstaad, acompañado por la actriz Ana de Armas, (quien desde hace unos meses es su dama de compañía oficial). Pero no se trata solo de un viaje de placer; según fuentes cercanas, ambos están rodando una nueva telenovela titulada "Amor entre nieves", que promete ser un éxito rotundo en la pantalla chica. Mientras tanto, en Cuba, la población enfrenta apagones que superan las 15 horas diarias. ¡Qué contraste!
La trama de esta telenovela se desarrolla en un mundo donde el amor y el lujo parecen no tener límites, mientras que en la realidad cubana, los ciudadanos luchan por sobrevivir a la oscuridad y la escasez. El hijastro, interpretando a un joven millonario con un corazón de oro, se desliza por las laderas nevadas, mientras los cubanos intentan lidiar con la falta de transporte y una crisis económica que no da tregua.
Cómo era de esperar, las redes sociales han estallado con memes y comentarios sarcásticos sobre esta situación. "Mientras él esquía en Suiza, nosotros apenas podemos cocinar en casa", se burla un usuario. La ironía es palpable: un hombre disfrutando del lujo en un set de filmación mientras su pueblo enfrenta la cruda realidad. La desconexión entre los privilegiados y el pueblo cubano nunca ha sido tan evidente.
El gobierno cubano, por su parte, intenta mantener la ilusión de que todo está bajo control. En lugar de abordar la crisis energética y la escasez de productos básicos, se enfoca en crear "islas de generación eléctrica" como si eso fuera a resolver los problemas del país. Mientras tanto, el hijastro del dictador y Ana de Armas continúan rodando escenas románticas entre copos de nieve y paisajes idílicos.
La presencia de Ana de Armas añade un toque surrealista a esta historia: ¿será que ella está al tanto de las penurias que enfrenta su país natal? O quizás solo está disfrutando del momento sin pensar en las repercusiones. En cualquier caso, este episodio resalta una verdad ineludible: el glamour y la ficción pueden ser muy atractivos, pero contrastan brutalmente con la vida diaria de los cubanos.
Mientras el hijastro del dictador se divierte en los Alpes y graba escenas para su telenovela, los cubanos continúan lidiando con su realidad diaria: apagones interminables, escasez y un futuro incierto. Pero ¡y quién sabe! Quizás algún día la historia de este pueblo también tenga su propio final feliz.