Por Benito Camelo
En un anuncio que ha dejado a muchos rascándose la cabeza, el régimen cubano ha declarado que el sirope de cola es “más alimenticio que la leche”. La noticia, que podría haber salido de una comedia de enredos, ha sido recibida con risas y escepticismo entre los cubanos, quienes ya están acostumbrados a las afirmaciones absurdas del gobierno.
“Es que el sirope tiene todo lo que necesitamos: azúcar, colorante y un toque de nostalgia”, comentó un vecino en La Habana mientras disfrutaba de su bebida dulce. “¿Quién necesita leche cuando puedes tener sirope? ¡Fidel siempre dijo que la moringa era un superalimento, así que esto es lo mismo pero con burbujas!”
El régimen ha decidido promover el sirope como la nueva moringa, el superalimento que Fidel Castro promocionó con tanto fervor en su momento. “Si la moringa servía para todo, desde curar el resfriado hasta mejorar la vista, ¿por qué no puede el sirope de cola ser nuestro nuevo salvador?”, declaró un portavoz del gobierno con una sonrisa triunfante.
Los cubanos, siempre ingeniosos, han comenzado a idear recetas con sirope de cola. “Hoy en día, el desayuno incluye pan con sirope en lugar de mantequilla. ¡Es más cubano!”, bromeó una madre mientras servía a sus hijos. “Si el gobierno dice que es más nutritivo, entonces debe ser cierto”.
Mientras tanto, los nutricionistas han alzado las cejas ante esta afirmación. “El sirope de cola puede ser delicioso, pero no reemplaza a la leche ni a ningún alimento nutritivo”, advirtió uno de ellos. Sin embargo, su advertencia fue ignorada por muchos cubanos que prefieren seguir la línea oficial.
Las redes sociales se han inundado de memes y comentarios sarcásticos sobre la situación. “Pronto dirán que el helado es un alimento completo”, se burlaba un usuario en Twitter. Otros sugirieron que deberían incluir sirope de cola en las raciones alimentarias como parte del “menú revolucionario”.
Así que prepárense, cubanos, porque parece que el sirope de cola ha llegado para quedarse y convertirse en el nuevo ícono del régimen. Mientras tanto, muchos seguirán buscando la moringa perdida y preguntándose cómo llegaron a este punto.