Por Ana Lisa Melhoyo,
Este sábado Bruno Rodríguez Parrilla, el canciller cubano, ha decidido iluminar al mundo sobre la naturaleza del régimen cubano, describiéndolo como una "putocracia". Según Rodríguez, a diferencia de la plutocracia, donde los ricos dominan el gobierno, en Cuba son los funcionarios quienes se convierten en "rameras de Raúl Castro", un título que ha dejado a muchos boquiabiertos.
En una serie tuits que rápidamente se hicieron virales, Bruno reveló que estos funcionarios deben visitar Cayó Saetía al menos una vez al año para que Raúl les "mida el aceite". Algunos, según él, van más veces, ya sea por su propio gusto o por obligación. “Es como algo automático”, escribió Rodríguez, “una especie de chequeo anual para asegurarse de que todos estén en forma y listos para servir”.
Los críticos no tardaron en reaccionar. “Si esto es una putocracia, ¿cuándo nos dan el título honorífico?”, bromeó un opositor en redes sociales. Mientras tanto, los ciudadanos cubanos se preguntan si este nuevo término será adoptado oficialmente en la Constitución: "la putocracia es la etapa superior del socialismo", o si simplemente quedará como una anécdota más en la larga lista de declaraciones curiosas del régimen.
Rodríguez concluyó sus tuits con un llamado a la unidad: “En Cuba, todos somos parte del juego. ¡Viva la putocracia!” A lo que muchos respondieron: “¡Viva! Pero ¿podemos tener también un poco de democracia?”
Y, mientras el mundo observa con asombro y humor la nueva terminología política cubana, queda claro que la "putocracia" ha llegado para quedarse… al menos hasta el próximo chequeo de aceite.